JOHN AND MAK, KENYA

4.500,00 

John vive con su esposa Margaret y sus nueve nietos en el centro de Zimbabue. Tienen una pequeña parcela de cultivo. Como tantos otros allí, el principal desafío es no tener acceso al agua. La familia camina dos kilómetros todos los días para recoger agua. Y debido a las prolongadas sequías, su pequeña parcela de cultivo permanece sin sembrar. Se ha vuelto difícil alimentar a todos, por lo que incluso en su vejez sobreviven haciendo trabajos manuales.

Hace un siglo, se estimaba que había 10 millones de elefantes a lo largo y ancho del África subsahariana. Hoy, en 2021, quedan, en el mejor de los casos, 400.000 en estado salvaje, principalmente debido a la caza furtiva por su marfil.

Zimbabue tiene la segunda población más alta de África, quizás 65 000 en 2020. Sin embargo, desde 1965, el país se ha dedicado al sacrificio periódico de manadas, familias e individuos de elefantes, debido a lo que se considera un exceso de población.

Érase una vez, no habría habido tal cosa como un «exceso de población», porque habría suficiente tierra para que vagaran y migraran. Pero con la pérdida y destrucción del hábitat, y la invasión humana, esto obliga a los elefantes a entrar en las áreas deshabitadas restantes, lo que resulta en bosques gravemente dañados por el pastoreo excesivo. Y entonces comienza la matanza. Con el cambio climático, la situación se vuelve mucho peor, ya que la vegetación y los bosques mueren y se queman, y los humanos y los animales salvajes buscan lo que queda.

Y así llegamos a Mak. Era 1986. Se sacrificaban elefantes en el Parque Nacional Gonarezhou en Zimbabue. La madre de Mak fue una de las sacrificadas. Mak, un ternero muy joven y ahora traumatizado, fue rescatado con otros tres. A medida que crecía, se volvió demasiado para sus cuidadores. Por eso terminó en Imire cuando tenía unos cinco años. (Fue fotografiado aquí cuando tenía unos 35 años). Tomó muchos años ganar su confianza, pero ahora, una vez otorgada, está allí de por vida.

En el futuro, la clave es crear y conservar corredores migratorios transafricanos, para permitir que los elefantes y otros animales salvajes migren entre países.

Fotografiado en Imire Wildlife & Rhino Conservancy, Zimbabue, noviembre de 2020

Color ,
Dimensions (cm) 61x78
Edición
Enmarcado No
Ubicación España
Medium
Orientation Vertical
Firmado Si
Style
Técnica
Año 2020
Categorías: ,