Todas las mudanzas suponen un alto nivel de estrés. Si además supone mover todas tus obras de arte, da igual el valor que tengan, son las tuyas, las que te gustan, me temo que se añade un poco mas de presión a la mudanza si es posible. Afortunadamente cada vez hay mejores profesionales.

Para mi es importantísimo que mis cuadros y esculturas viajen con la familia al que será nuestro nuevo hogar. No puedo imaginarme vivir varios años en una nueva casa sin tener mi arte cerca. Es lo que realmente me hace sentir en casa.

Así que cuando afronte nuestra ultima mudanza, avise a la empresa de mudanzas que iba ser muy quisquillosa con el transporte de las obras de arte y tengo que decir que han sido estupendos. Esta vez era un viaje largo de un mes en camión y barco, así que suponía un buen reto.

Decidimos juntos que cuadros o esculturas tenían que ir en una caja y cuales podíamos empaquetar bien y no necesitaban protección extra y estuve a su lado cuando iban cerrando las cajas y envolviendo cada uno de los cuadros que fue lo último que hicieron cuando el resto de la casa ya estaba empaquetada.

En general para las obras que tenían cristal basto con envolverlas muy bien y poner un cartón protegiendo el cristal y para las obras sobre lienzo de mayor tamaño, hicimos cajas a medida. Las esculturas también fueron muy bien envueltas menos alguna de cristal que viajo en su propia caja también bien ajustada.

A la llegada estuve muy pendiente cuando uno a uno, íbamos abriendo los paquetes o cajas con las obras y fui feliz al ver que habían viajado perfectamente. Al principio fui colocando los cuadros en la nueva casa en los espacios que ya había pensado para ellos, pero no los colgué al instante, sino que los he dejado “respirar” unos días y hacerse con los nuevos espacios. Una vez que he convivido con ellos en un lugar y estoy contenta de cómo quedan, ya por fin, los cuelgo.

Así que como so imagináis ¡¡Todavía tengo muchos cuadros sin colgar en nuestra nueva casa!! Poco a poco cada uno ira encontrando su sitio…seguro.