Helder Batista

 

Helder Batista es un artista autodidacta que trabaja predominantemente en el medio escultórico. Nacido en 1964 en París y actualmente vive y trabaja cerca de Cahors, describe el origen de su carrera artística como una revelación.

Batista se siente intrigado por la complejidad y el potencial de los objetos cotidianos, incluso aquellos tan mundanos como los neumáticos de una bicicleta. Batist

a decidió insertarse e interrumpir las estructuras sociales que destinan dichos objetos a "una vocación de desperdicio". En su exploración de los materia

les, Batista descubrió que sus objetos "encontrados" podían funcionar como soporte, medio y tema, o como obras de arte completas y autosuficientes. Batista evita contaminar sus objetos encontrados incluso a través de su propia presencia curatorial, argumentando que asignar valor a unos sobre otros crea desperdicio contaminante. En cambio, Batista sublima, recicla y permite que sus materiales se

articulen en el espacio. A menudo, un simple molde acrílico transparente utilizado en obras como Lego o Red Shoes es suficiente para cambiar e

l contexto e infundir a los objetos cotidianos una poesía artística.

En constante comunicación con el arte Pop, la mayoría de sus obras son intencionalmente ambiguas. El trabajo de Batista se dirige en múltiples direcciones

dependiendo del contexto y el público. Su serie de Flag Guns, donde utiliza la forma de un revólver envuelto en una bandera y solidificado con una capa de fibra, tiene múltiples capas de significado. Cuando se muestran juntas las frase

s "Second Amendment" o "Made in America", pueden interpretarse como subversiones juguetonas de un símbolo de poder. Para otros, son una sátira política mordaz sobre el imperialismo estadounidense o la alta tasa de posesión de armas. Mientras tanto, cuando se emparejan con las Flag Guns de la Unión Soviética

, adquieren un carácter histórico y cargado de simbolismo de la Guerra Fría y la carrera armamentista. Sin embargo, cuando se envuelve en una bandera a cuadros, su Flag Gun se convierte en un Starting Gun y cualquier simbolismo político

abstruso se pierde. Batista se niega a explicar el simbolismo de sus banderas más allá de admitir que juega con el poder de los símbolos. En este nivel fundamental, Batista está demostrando visualmente que el arte no tiene fr

onteras política

s.
La obra más amplia de Batista explora temas de absurdo, consumismo, globalización y sobreconsumo sin buscar explicaciones concretas. Al jugar en lugar de pontificar, Batista puede ser juguetón al tiempo que señala serias disonancias en la sociedad; Batista da la bienvenida a la discusión, pero se niega a proyectar programas específicos en sus obras.

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