Para hablar de las diferencias entre óleo y acrílico, hay que remontarse primero a los orígenes. La Revolución Industrial de finales del S.XIX que tuvo lugar en Europa Occidental originó un importante avance en el desarrollo de la química de productos y materiales como por ejemplo con los colores poliméricos, que hoy en día conocemos como colores acrílicos o pinturas plásticas. Estos fueron rápidamente asumidos por los artistas para su aplicación en técnicas pictóricas.

El principal motivo de esta asimilación fue que los colores acrílicos presentaban muchas de las cualidades estéticas que se asemejan a las técnicas tradicionales al aceite, como la técnica al óleo. Los pigmentos de los colores acrílicos están suspendidos en un fluido acuoso que al secar, forma una película homogénea, estable y flexible. Dependiendo de la resina utilizada como aglutinante o del medio que fluidifica la película pueden presentar acabados mates, semi-mates o brillantes.

Óleo o acrílico, ¿qué es mejor?

Desde el punto de vista práctico, existen algunas diferencias entre óleo y acrílico muy significativas. En la tradicional técnica al óleo se necesitan horas o incluso días para que la capa pictórica esté seca solamente al tacto, meses o incluso años para que esté seca en su totalidad, mientras que en la técnica pictórica con acrílicos la obra se seca en minutos o incluso segundos, generando una capa estable que es difícil de alterar una vez que se seca.

Esta circunstancia puede ser valorada positiva o negativamente en función del interés estético del artista que utilice la técnica, ya que puede ver una ventaja en la utilización de colores acrílicos a la hora de aumentar su producción o incluso de determinadas cualidades estéticas del trabajo. Sin embargo, en las últimas décadas ha existido una cierta división entre los pintores que ven en la técnica tradicional del óleo aspectos técnicos y estéticos que según ellos aún no han sido igualados por los colores acrílicos. Esta cuestión óleo vs acrílico depende en gran medida de los artistas cuyo estilo requiere de las propiedades especiales de aplicación que han caracterizado históricamente a la pintura al óleo, como la capacidad de éste de otorgar un alto nivel de detalle, delicadeza de matiz o transparencia de los tonos graduales o los fundidos, o la posibilidad de control del tiempo de secado para la consecución de estos efectos.

Estas y otras diferencias entre óleo y acrílico surgidas sobre todo entre los pintores en los comienzos de los colores poliméricos se van diluyendo a medida que va pasando el tiempo, ya que en la actualidad existe una gran cantidad de aportaciones y mejoras de los productos acrílicos que poco a poco van difuminando la diferencia entre los pintores “a favor” o “en contra” de su utilización. ¿Cuál prefieres tú? ¿Puedes diferenciarlas a simple vista?

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Tamara Kreisler
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